lunes, 6 de abril de 2009

EL GRAN METEORO





Un meteorito de 10 kilómetros de diámetro, cayó sobre la Tierra. Sus efectos fueron devastadores. El clima húmedo y cálido en que vivían los dinosaurios cambió debido a las grandes nubes de polvo que oscurecieron el cielo durante meses, o quizá, años.
El geólogo Alan Hildebrand encontró en Haití, tras varios años de investigación, unas pequeñísimas piedras arcillosas, llamadas tectitas.

Su interior es roca vitrificada y se formaron cuando el gran meteoro chocó contra la Tierra en el Golfo de México. Las tectitas estaban en una capa arcillosa, correspondiente al limite entre los perlados Cretácico y Terciario, impregnada de iridio y granos de cuarzo. Son la prueba del impacto de un meteoro.




El pequeño pueblo de Puerto Chicxulub, ubicado en la costa norte de la península del Yucatán, sobre el Golfo de México, se ha convertido desde hace poco en el centro de la atención de geólogos y geofísicos. En esa tierra maya se descubrió que hace 65 millones de años cayó un gran meteoro; puede ser la expliación al misterio de la extinción de los dinosaurios.




En 1980, Luis Álvarez y su hijo Walter lanzaron la teoría de que un meteoro había sido la causa de la extinción de los dinosaurios y otras especies al final del período Cretácico. En un principio se consideró una idea absurda, pero las pruebas aportadas por los Álvarez hicieron que su hipótesis ganara credibilidad.

Dos hallazgos se dieron en 1978 que ayudaron a formular esta teoría. Los Álvarez, Frank Asaro y Helen V. Michel encontraron en Italia una cantidad inesperada de iridio en la capa geológica intermedia entre los períodos Cretácico y Terciario durante un análisis rutinario. El segundo hallazgo del año 1978 lo realizó el geofísico Glen Penfield, entonces empleado de la compañía petrolera mexicana PEMEX. Glen realizaba estudios paleomagnéticos en Yucatán.

En la región norte de la península encontró anomalías magné- ticas que lo llevaron a la conclusión de que la zona de Puerto Chicxulub era el lugar donde había chocado un meteorito gigante. Penfield no pudo revelar este descubrimiento, porque PEMEX se negó a dar a conocer los datos hasta que se iniciara la explotación de petróleo en la zona. Cuando por fin la empresa lo autorizó, Penfield expuso sus conclusiones pero nadie lo relacionó con la teoría de los Álvarez. En 1990, Walter Alvarez y Frank Asaro seguían esprando a que alguien encontrara el cráter de 150 kilómetros que el impacto de un objeto de 10 kilómetros produjo.

También se pensó que nunca se encontraría evidencia directa del choque debido al movimiento de las placas tectónicas. Sólo cuando otras investigaciones (la confirmación de que unas piedras llamadas magnetitas, encontradas en el limite Cretácico-Terciario, provenían del espacio y el estudio de imágenes del satélite Landsat que mostró la distribución regular de los cenotes del Yucatán en un amplio semicírculo) lo confirmaron, los investigadores coincidieron en señalar que desde Puerto Chicxulub se esparció la nube de polvo y gases que destruyó a los dinosaurios.

Otros científicos también realizaron estudios sobre esta hipótesis. Los astrónomos Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe calcularon la potencia de un impacto meteorítico y la tremenda destrucción ambiental que produciría en el planeta. En 1980, dos expertos en simulaciones, Richard Turco y 0. Brian Toon, demostaron a través de la computadora que el polvo levantado por el choque de un uerpo de 10 kilómetros oscurecería completamente la atmósfera durante varios meses. Esto provocaría frío, efecto invernadero e incremento de la temperatura global, lo cual desembocaría en la extinción de las especies.

sábado, 4 de abril de 2009

Misterios de la luna



Entre 1783 y 1787, según Charles Fort, el astrónomo inglés Sir William Herschel (descubridor del planeta Urano y de los satélites de Saturno) realizó un descubrimiento cuando observaba la superficie Lunar a través de un telescopio. Mientras miraba notó que unos puntos luminosos parecían moverse en las tinieblas y que no eran causados aparentemente por la luz del Sol.

Tal vez debido al desconocimiento del origen de aquellos destellos luminosos....el fenómeno, observado en aquella época, se consignó dentro de los anales astronómicos sin justificación o explicación. Años más tarde, en 1821, el astrónomo de apellido Loomis, observó pequeñas manchas de luz que atravesaban la Luna a gran velocidad. Rankin, astrónomo también, aseguró que había visto otras luces en posición diferente las cuales consideró como reflejos estelares.

En los albores de nuestro siglo XX aún no se hablaba de OVNIS y mucho menos de viajes a la Luna. Pero hubo un científico que tuvo valor al declarar que en la Luna estaba sucediendo algo y que quizás cuando el hombre pudiera llegar a ella se lograría un descubrimiento sensacional. Esto lo dijo el doctor Glenn Seabor, presidente de la Comisión Norteamericana de energía Nuclear, en Moscú.

En 1915, el científico norteamericano Bernard Thomas, vio desde el observatorio de Tasmania, un punto luminoso en el mar de las Crisis. Al mismo tiempo, desde el Observatorio Nacional de París que habían visto la misma luz....algo parecido a un muro en el circo de Aristeo.

El astrónomo F.Burnet descubrió (siete años más tarde) tres elevaciones perfectamente regulares que tenían forma de pirámides elevadas.

Pero el descubrimiento más asombroso lo iba a realizar un aficionado a la astronomía, que al mismo tiempo era redactor científico del periódico The New Herald Tribune. Su nombre: John O´Neil, quien descubrió al borde del mar de las Crisis una construcción que tenía toda la forma de un puente. No obstante, el profesor H.P. Wilkins, autor del mapa más perfecto que se halla logrado de la Luna declaró que él también había visto el puente y que estaba dispuesto a jurarlo.

Puentes, pirámides, carreteras, cualquier cosa que pudiera mostrar que "algo extraño" sucedía en la Luna. Merced a este interés surgido en forma inusitada, el 29 de octubre de 1963, astrónomos del Observatorio Lowell encontraron unos puntos luminosos que se movían rápidamente en el circo de Aristarco (se llama circo a la huella dejada por los aerolitos impactados en la Luna que tienen forma circular).

Los estudiosos del fenómeno OVNI aseguran que los astronautas que "hablaron demasiado" sobre lo que descubrieron en la Luna pronto fueron dados de baja y tuvieron que abandonar el servicio activo, como en el caso de Gordon Cooper, que después de haber integrado el equipo del proyecto Mercury y tripulado éste en 1963 y el Géminis 5 en 1968 no fue enviado con destino a la Luna en el Apolo....poco después se declaró abierto partidario de la existencia de OVNIS. Cooper realizó una expedición (incluso) hacia América del Sur en busca de vestigios de antiguas civilizaciones y se dedicó a la exploración de pirámides...¿sería para cotejar la similitud con aquellas que se han visto en la Luna?

Una imagen vale más que mil palabras, y en ellas se descubre aquello que a los ojos de astrónomos y ufólogos no es propio de un cuerpo desolado como se ha querido mostrar desde hace muchos años a nuestra misteriosa Luna ¿Significa que la Luna ha sido visitada por gente de otros planetas? ¿Es posible que sea una base de extraterrestres desde donde nos observan?

viernes, 3 de abril de 2009

Area 51:tierra paranormal



Porqué esta prohibido penetrar en esta zona de Nevada? ¿Esconden ovnis en estas montañas el gobierno Norteamericano? Un hombre dice saber la respuesta.


Se dice que al caer la noche en el Área 51, empieza una actividad frenética, donde extrañas aeronaves sobrevuelan la base secreta.

A unos 190 km al noroeste de Las Vegas, en el desierto de Nevada, los mapas oficiales se quedan en blanco. Es una zona con caminos, arroyos, montañas, edificios, y una pista de 9,5 km, pero sobre el papel no existe. Es como si hubiese cesado toda actividad humana en un área tan grande como Suiza o el Principado de Asturias (10.000 Km. de extensión aproximadamente).

El acceso está totalmente prohibido. Los carteles advierten: "Está autorizado el uso de armas letales". Su espacio aéreo es el más inviolable de Estados Unidos. Se trata del Polígono de Tiro y de Pruebas Nucleares de Nellis, llamado comúnmente Área 51. También recibe nombres como Dreamland, Groom Lake o Cuadrado Rojo.


¿Tecnología Alienígena?
Fundada en 1954 como una base secreta donde la Lockheed Aircraft Corporation pudiese desarrollar aviones espía para la CIA, el Área 51 sigue siendo la sede de algunos de los proyectos más revolucionarios de EE UU. Allí se probó el bombardero "stealth" Northrop B-2 , además de una serie de aviones nada convencionales. Siempre ha sido objeto del máximo secreto -las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos (USAF) no admitieron su existencia hasta 1994-, ya que representa lo último en tecnología militar. El único problema, según algunos investigadores, es que ni la tecnología ni las técnicas son estadounidenses: provienen del espacio exterior.

Desde que se estableció el Área 51 varias personas declararon haber visto objetos extraños sobrevolando su espacio aéreo, pero las autoridades negaron los hechos. Sin embargo, uno de sus propios hombres declaró que por los cielos del Área 51 no sólo circulaban ovnis, sino que la USAF utilizaba activamente tecnología alienígena.

Robert "Bob" Lazar, que trabajó cinco meses en la base a partir de diciembre de 1988, hizo unas manifestaciones por televisión en mayo de 1989. Identificado como "Dennis" -su silueta aparecía a contraluz y su voz fue distorsionada electrónicamente- reveló que el Gobierno de EE.UU. estaba investigando nueve platillos voladores e intentaba adaptar la tecnología alienígena a sus propios fines. Añadió que tanto él como su mujer habían recibido varias amenazas de muerte.

En noviembre, decidió aparecer públicamente para evitar mayores riesgos. Describió un lugar secreto, conocido como S-4, cercano al lago Papoose, en el interior del Área 51, donde se guardaban las naves alienígenas. Explicó que él formaba parte de un equipo de 22 ingenieros contratados para investigar los sistemas de propulsión de los platillos

jueves, 2 de abril de 2009

El estrangulador de Boston



CASA DE LA PRIMERA VICTIMA

Familiares de las víctimas y de Albert DeSalvo aseguran que éste no fue el asesino de 13 mujeres


Uno de los casos criminales más célebres del siglo está a punto de ser reabierto, 36 años después de que muriera la última de las 13 víctimas. El llamado Estrangulador de Boston, magistralmente encarnado en el cine por Tony Curtis, podría seguir vivo, en opinión de la familia de una de las mujeres asesinadas y de la familia del propio Albert DeSalvo, el hombre que confesó los crímenes y murió en prisión sin haber sido juzgado por ellos.

Entre el 14 de junio de 1962 y el 4 de enero de 1964, 13 mujeres fueron violadas y estranguladas en su domicilio. Aunque sus edades eran muy dispares (entre los 19 y los 85 años), todas las muertes resultaban similares: el asesino se presentaba en casa de la víctima haciéndose pasar por fontanero o empleado de la compañía telefónica, se ganaba su confianza y, una vez dentro, cometía la agresión. Utilizaba una media o un pañuelo para el estrangulamiento, que dejaba en torno al cuello, anudado con un gran lazo. Entre los dedos de los pies de Mary Sullivan, la última víctima, colocó una felicitación de Año Nuevo. La policía no conseguía dar con la persona que aterrorizaba a la ciudad y a quien los periódicos llamaban "el criminal fantasma". Tenía sospechosos, pero ninguno de ellos podía haber cometido toda la serie de crímenes.

Pero ocurrió algo inesperado. El 27 de octubre de 1964, un hombre logró entrar, haciéndose pasar por detective, en el domicilio de una joven. La ató, la violó y luego se fue, tras decir "lo siento". La descripción ofrecida por la víctima condujo a la identificación de Albert DeSalvo, casado y con dos hijos, con numerosos antecedentes por robo y abuso sexual. Cuando su fotografía fue publicada en los periódicos, decenas de mujeres dijeron haber sido violadas por DeSalvo. Los casos que afloraron no parecían guardar relación alguna con los crímenes del estrangulador.

En realidad, nadie acusó nunca a DeSalvo de ser el Estrangulador de Boston, salvo él mismo. Un año después, cuando permanecía en el Hospital Estatal de Boston -se le diagnosticó esquizofrenia- a la espera de varios juicios por violación, anunció a su abogado que él era el autor de todas las muertes. El propio abogado, Lee Bailey, creyó que la confesión era falsa y que DeSalvo sólo pretendía reforzar la impresión de que estaba loco y escribir una Autobiografía del Estrangulador de Boston con la que ganar dinero para su familia. Ninguna prueba le ligaba a los crímenes y no se le juzgó por ellos.

El 26 de noviembre de 1973, cuando tenía 42 años, DeSalvo fue asesinado en la cárcel. Y el caso quedó cerrado. Hasta que Casey Sherman, sobrino de Mary Sullivan, la última víctima, leyó en 1995 Los estranguladores de Boston, de Susan Kelly. El libro sostenía que no hubo un solo asesino, sino varios que se imitaron recíprocamente. Sherman preguntó a su madre, y ella le confesó su convicción de que DeSalvo no era el hombre que mató a su hermana. Sherman pidió entonces las grabaciones de la confesión de DeSalvo y descubrió que su descripción de los asesinatos no se ajustaba a lo establecido por las autopsias. Sherman, aliado con Richard DeSalvo, el hermano de Albert, pidió que se reabriera el caso.

El mes pasado, el fiscal general de Massachusetts, Thomas Reilly, anunció que se había hallado material genético (no especificó cuál) relacionado con el asesinato de Mary Sullivan y que se intentaría realizar la prueba del ADN. El cadáver de la víctima fue exhumado, se recogieron muestras y la familia DeSalvo aportó restos del presunto asesino. Aún no es seguro que la prueba genética pueda arrojar resultados concluyentes, dada la antigüedad de las muestras.

Casey Sherman ha repasado la lista de personas que investigaba la policía de Boston antes de la confesión de DeSalvo. En el caso de su tía, el principal sospechoso era el novio de una de las compañeras de piso de Mary Sullivan, que fue visto por un testigo en las cercanías de la vivienda hacia la hora en que debió cometerse el asesinato. El sospechoso fue sometido en 1964 al detector de mentiras y, según el no muy fiable sistema poligráfico, su coartada era falsa. Como todas las muertes acabaron cargándose en el expediente de DeSalvo, la policía dejó de investigar a ese sospechoso. Sherman le localizó hace unos meses en su actual residencia, en Nueva Inglaterra, y le propuso que se sometiera a la prueba del ADN para despejar dudas. El sospechoso se negó.

miércoles, 1 de abril de 2009

TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

El triángulo de las Bermudas es conocido como "el triangulo del diablo" o "el limbo de los perdidos", es un area geografica de 3.900.000 kilómetros cuadrados entre las islas Bermudas, Puerto Rico y Melbourre (Florida) en las que se a producido inexplicables desapariciones de barcos y aviones.



El misterio se inicia a mediados del siglo XIX, y desde entonces un total de más de cincuenta barcos y veinte aviones han desaparecido en el triángulo. Uno de los casos más famosos es del vuelo 19. Cinco bombarderos estadounidenses tipo torpedo abandonaron Fort Lauderdale el 5 de diciembre de 1945, en un vuelo de entrenamiento rutinario y con buenas condiciones meteorológicas. Ninguno volvió. Incluso el hidroavión que se envió a buscarlos desapareció. Otras historias de la región hablan de barcos encontrados abandonados con comida aún caliente en las mesas y aviones que desaparecen sin siquiera haber lanzado una llamada de socorro.



Hay explicaciones de todo tipo, incluyendo rayos mortales que proceden de la Atlántica y secuestro de una nave. Los analisis apuntan a que a las fuertes corrientes y la profundidad de las aguas que podrían explicar la ausencia de los restos, diciendo que varias desapariciones atribuidas al triángulo de las Bermudas en realidad ocurrieron a 600 kilómetros de distancia. Además, las naves civiles y militares atraviesan la región todos los dian sin contratiempos. En cuanto se perfecciones las técnicas de inversión en aguas profundas es probable que se recuperen la mayoría de los barcos perdidos, aunque también es probable que el misterio del triángulo de las Bermudas siga por mucho tiempo en nuestra imaginación.

¿QUE ES EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS?


El Triángulo de las Bermudas siempre ha sido una zona peligrosa y de misterio, ya que las desapariciones de marineros, pilotos y turistas nunca han sido resueltas.
Los elementos de información en torno a esta zona son intrigantes: en una parte del océano Atlántico occidental, de forma más o menos triangular, comprendida entre las Bermudas, Florida y el meridiano 40, han venido desapareciendo durante los últimos treinta años numerosos aviones y barcos sin dejar ningún rastro de lo que pudo ser de ellos, ya que jamás se han hallado restos ni supervivientes.

Todo lo que alguna vez entró ahí, nunca se le volvió a ver. Desde barcos y buques que navegaban por esa zona; aviones a los cuales se les vió entrar a una neblina para esfumarse sin dejar indicio.


DESAPARICIONES SIN RESPUESTA:

Durante toda la historia, han habido reportes de desapariciones en el Triángulo de las Bermudas. La parte extraña es que nunca han habido restos en el mar; si hubiera sido un naufragio, los equipos de búsqueda habrían encontrado partes del barco como salvavidas, restos del barco, balsas o al menos una mancha de aceite en el agua. Nunca se ha conseguido nada de eso en sus búsquedas.

Los mensajes de algunos aviones, antes de su desaparición, no daban alguna indicación de anormalidad; en efecto, en un momento dado todo estaba marchando normal y al siguiente minuto, todo había desaparecido sin la menor advertencia.
El número de desapariciones sin hallazgo es completamente impresionante y aterrorizador. Lo más misterioso es que no pudieron ocurrir por un huracán o ciclón porque la mayoría de las desapariciones se dieron en buen tiempo.

Según los relatos de los días de la navegación a vela, las Bermudas y la zona más al sur fueron ciertamente denigradas durante cientos de años por la desaparición de navíos cuya suerte pasó a llenar la larga lista de barcos extraviados en el océano, desapariciones habitualmente atribuidas a piratería, tempestades o motines. Sólo en el siglo XIX, y especialmente en el siglo XX, con la mejora de las comunicaciones y de los registros de barcos, se comenzó a pensar que había algo inquietantemente cautivador en tan elevada suma de pérdidas, en especial la ausencia de supervivientes, de restos o cuando la comunicación por radio se generalizó, de indicaciones respecto a lo que estaba sucediendo o había ocurrido con los buques desaparecidos. Por añadidura, buen número de tan misteriosas desapariciones afectaban solamente a los pasajeros y tripulantes; por lo demás, los navíos abandonados parecían estar perfectamente en orden, con sus diarios a bordo, botes salvavidas, cargamento e, incluso, efectos personales en su sitio.

El Triángulo de las Bermudas simpre será una fuente inexplicada de miedo y un enigma misterioso sin explicación. Pero si los barcos, aviones y buques no desaparecieron a causa de fenómenos naturales, ¿qué les ocurrió? ¿A dóde se desvanecieron los tripulantes? ¿Qué pasó con los restos del barco o el avión? Pero más importante, ¿dónde están?

martes, 17 de marzo de 2009

VIDEO: OVNIS EN CANCUN,MÉXICO

El fenómeno de la Abducción, Parte I



Las abducciones suelen producirse por la noche. Tras ver una luz potentísima, el candidato abducido ve cómo se acercan al automóvil unos seres pequeños y macrocéfalos que, tras anular su voluntad, lo llevan a bordo de una nave.


Relatos procedentes de los más remotos rincones del planeta nos advierten de una escalofriante realidad: desde los albores de la Humanidad miles de personas han sido arrebatadas de su hábitats naturales por lo que parecen ser entidades extraterrestres. A bordo de sus súper-máquinas han sido concienzudamente examinados, para al poco tiempo ser devueltos al lugar donde fueron capturados, con la memoria del dramático incidente prácticamente borrada. Desde ese momento, las vidas de estas personas.

Las abducciones suelen producirse por la noche. Tras ver una luz potentísima, el candidato abducido ve cómo se acercan al automóvil unos seres pequeños y macrocéfalos que, tras anular su voluntad, lo llevan a bordo de una nave.

La evidencia no deja lugar a dudas. Centenares –tal vez miles– de semejantes nuestros han sido secuestrados por presuntos «extraterrestres», para ser llevados a bordo de sus supernaves y ser sometidos allí a una compleja manipulación psíquica y física, con fines que desconocemos hasta ahora. Según los investigadores norteamericanos John Schuessler –ingeniero de la NASA– y Richard Niemtzow –exobiólogo– contamos con al menos ciento treinta casos de secuestros conocidos. Ambos investigadores tomaron esos episodios para tratar de encontrar patrones de comportamiento comunes en semejantes relatos, y hallaron una amplia gama de coincidencias verdaderamente asombrosas, que nos obligan a creer en la realidad objetiva de tales hechos.


El abducido una vez dentro de la nave, es despojado de sus ropas y se le somete a un reconocimiento médico, complementando con la implantación de «algo» en la nuca o bajo el cuero cabelludo.


El proyecto VISIT, nombre que recibió el trabajo llevado a cabo por Schuessler y Niemtzow, realizó asimismo un retrato robot del tipo de entidades más frecuentemente reportadas en los sucesos (de apariencia humanoide, con una estatura media de 1,20 metros, cabeza desproporcionadamente voluminosa, ojos muy grandes y prolongados lateralmente, piel grisácea, boca y nariz apenas esbozadas y brazos muy largos), y trazó las líneas maestras que se encuentran en todo relato fidedigno de «secuestro OVNI». Por su parte, el folklorista Thomas E. Bullard consiguió demostrar en un monumental estudio que realizó sobre trescientos nueve casos de este tipo, que estos episodios siguen un orden tan sorprendente como revelador, y en el que destacan ocho episodios clave. A saber: captura, examen, deliberación, excursión, viaje a otros mundos, teofanía, regreso y consecuencias. Si bien todos los elementos no aparecen en todos los casos, sí hay un 84 por ciento de situaciones en los que el orden se cumple matemáticamente.

Estamos, pues, hablando de abducciones.

¿Qué Significa El Término Abducción?

A esta clase de extraños incidentes vinculados a la fenomenología OVNI los ufólogos los denominamos «abducciones». Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, este término significa, en el contexto jurídico, «rapto por persuación o violencia». A él le siguen cuatro acepciones más que corresponden a la Filología y la Lógica, la Milicia y la Zoología, que aquí no nos interesan. De hecho, los ufólogos han adoptado esta palabra a su terminología teniendo sólo en cuenta la primera definición, pudiéndose precisar que en Ufología, «una abducción es el supuesto secuestro de uno o varios seres humanos por presuntos extraterrestres».

Obsérvese que aquí se emplea la misma terminología prudente y aséptica que en España utiliza, por ejemplo, la prensa diaria y el Ministerio del Interior para referirse a los secuestros practicados por bandas terroristas. Todo el mundo es «presunto» y «supuesto», mientras no se demuestre lo contrario. Se parte, siempre, de la presunción de los hechos.

Las «Leyes Del Misterio»

El abducido una vez dentro de la nave, es despojado de sus ropas y se le somete a un reconocimiento médico, complementando con la implantación de «algo» en la nuca o bajo el cuero cabelludo.

Desde ahora, emplearemos el término abducción únicamente en su sentido ufológico. Después de más de cuarenta años de investigaciones sobre el particular, estamos en condiciones de afirmar que conocemos aproximadamente un millar de casos de abducción en todo el mundo, destacando por su mayor incidencia las zonas geográficas de América del Norte y del Sur. Aunque presumimos igualmente que este número es sólo «la punta del iceberg», ateniéndonos a las características intrínsecas del fenómeno que nos ocupa, y que a continuación detallamos.

En primer lugar, está la amnesia –o «tiempo perdido» en el argot que popularizó al principio de la década de los ochenta el investigador neoyorquino Budd Hopkins– del sujeto o sujetos abducidos. Esta amnesia casi siempre impide a los protagonistas recordar el meollo del incidente y hasta ahora sólo hemos podido vencerla con el uso de técnicas de regresión hipnótica, mediante las cuales se somete al abducido a un estado de hiperrelajación en el que las imágenes que la memoria consciente se resiste a recordar afloran progresivamente. Es muy posible que el abducido recuerde el principio del episodio: por ejemplo, una luz muy fuerte que le cierra el paso mientras viaja de noche en su automóvil; una estrella que cae del cielo y se posa en un prado cercano, donde se resuelve en un «platillo volante», un súbito paro de todos los sistemas eléctricos del automóvil, un tiempo perdido, unas horas en las que el sujeto no sabe dónde ha estado, etc. Si algunos de estos particulares llega a oídos de un investigador y éste propone una hipnosis al sujeto –que éste acepta– es muy probable que entonces podamos recuperar un caso más para los anales del fenómeno abducción.

Mediante la regresión hipnótica, distinguidos profesionales como el psiquiatra norteamericano Dr. Leo Sprinkle, el psiquiatra de la misma nacionalidad Dr. Berthold Schwarzy el hipnólogo e ingeniero, también estadounidense, Dr. James Harder, han conseguido obtener relatos de varios centenares de abducciones. Este último investigador llegó a estudiar ciento cuatro casos, de los cuales el 39 por ciento eran varones y un 16 por ciento se trataba de niños acompañados de adultos. El 50 por ciento eran parados o trabajadores no especializados, un 10 por ciento oficinistas y alrededor de un 5 por ciento estudiantes universitarios. Lo que en líneas generales «implica un nivel ocupacional o educativo relativamente elevado».

Hay algo que sorprende de entrada en estos testimonios, y es su enorme coherencia, así como el parecido que todos presentan entre si. Hasta tal punto es así porque, según explica el estudioso británico John Rimmeren su obra The Evidence for Alien Abductions (1984), basándose solamente en relatos bien documentados ha podido construir un «modelo» de abducción, según el cual las personas abducidas (pertenecientes a ambos sexos, aunque con preponderancia del masculino) son seres humanos sanos, normales y no interesados particularmente por el problema OVNI. Más adelante examinaremos con mayor detalle y detenimiento sus características físicas y mentales.

Continuando con el «modelo» de abducción, ésta suele producirse de noche, en una carretera comarcal, por ejemplo (el impacto del fenómeno sobre automovilistas es muy elevado). Tras ver una luz potentísima o, en el mejor de los casos, el «platillo», el candidato a abducido ve acercarse al automóvil unos seres pequeños, macrocéfalos (de gran cabeza) que, tras anular su voluntad lo llevan a bordo de una «nave», donde el testigo observa una luz uniforme que no parece surgir de ninguna parte, y una «cámara de mando» con consolas, sillas a veces de conformación muy particular e «imposible» (terminadas en punta «por abajo»), en las que se sientan unos humanoides idénticos a los que le han secuestrado, que manipulan botones luminosos, palancas y diales. También se observa la presencia de pantallas, que suelen ser comparadas con nuestros monitores de televisión por el abducido. No tardará mucho nuestro sujeto en ser pasado a una cámara contigua, de aspecto clínico, con paredes blancas y una «mesa de operaciones», semejantes a las de los quirófanos, en el centro del habitáculo.


El patrón de la persona abducida suele ser un sujeto normalmente joven y al que no le interesan, en gran medida, el fenómeno OVNI. En muchos casos se les implanta un pequeño artefacto, posiblemente para realizar un seguimiento del sujeto y de sus acciones.

Una vez allí, el abducido es despojado de sus ropas, y se le somete a lo que parece ser un «reconocimiento médico». Este es llevado a cabo por los propios humanoides, aunque no son pocos los casos en que las tareas clínicas son llevadas a término por entidades que parecen estar en un plan de dependencia de otras, generalmente más altas y más «humanas», que aplican diversos aparatos al abducido, le toman muestras de sangre, a veces de semen, de cabellos, de piel, etc., y si se trata de una mujer, le hacen lo que parece ser un «reconocimiento ginecológico», introduciéndole por el ombligo una larga aguja, como en el caso de Betty Hill, admirablemente descrito por John G. Fuller en su obra El Viaje Interrumpido (1966). Por cierto que hoy en día hay algunos ginecólogos que se muestran sorprendidos al ver reflejado en este célebre caso de 1961 una técnica de ovaroscopia no puesta en marcha hasta fechas muy recientes y que, por tanto, no existía en la época en que el matrimonio Hill vivió su experiencia.

Este examen físico se complementa a veces con la «implantación» de «algo» (¿un microaparato?) en la nunca o bajo el cuero cabelludo del abducido. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos empleados en tratar de localizar estos implantes, muy pocos casos han acabado arrojando alguna clase de «prueba». Sin ir mas lejos, el 25 de Septiembre de 1986 la revista norteamericana Nature publicaba una inquietante carta firmada por siete miembros del Departamento de Genética del Hospital Wiston Churchill, de Oxford, en la que pedían ayuda para identificar un misterioso objeto que habían detectado en unos rutinarios análisis cromosómicos de un paciente. El objeto parecía manufacturado, y presentaba la apariencia de un crucigrama, con cuadros negros y blancos. Hasta hoy ninguno de los intentos de aclarar el enigma han resultado válidos, y el «implante» sigue desafiando a la opinión médica.

El norteamericano William Hermann, según explica en UFO Contact from Reticulum (1981), abducido varias veces por enanos macrocéfalos, denomina a la cámara donde tienen lugar todas estas maniobras clínicas «cámaras de inculcación». Y creemos que se trata de un nombre muy apropiado, pues sospechamos que el objetivo final de las abducciones de seres humanos es precisamente ése: la «inculcación» de unas órdenes que ni la hipnosis posterior más profunda puede desvelar. En efecto: cuando se llega en la regresión hipnótica a este punto, el corazón del abducido se acelera, llegando a alcanzar hasta 120 pulsaciones y obligando a suspender la experiencia para no poner en peligro su vida. Este fenómeno se pudo constatar, entre otros casos, durante la hipnosis del abducido español Julio F., que fue llevado a bordo de un OVNI en las proximidades de Medinaceli (Soria) en 1978. El investigador y psicólogo Germán de Argumosa, presente en las sesiones de hipnosis regresiva, señaló que si fuese un fraude, hubiera resultado imposible provocar tal aceleración cardiaca.


El patrón de la persona abducida suele ser un sujeto normalmente joven y al que no le interesan, en gran medida, el fenómeno OVNI. En muchos casos se les implanta un pequeño artefacto, posiblemente para realizar un seguimiento del sujeto y de sus acciones.
 
Blogazos.com. Directorio de Blogs en Espaol Blogalaxia